miércoles, 22 de septiembre de 2021

La revolución del marginado: Pedro Lemebel


por Antonia Gutiérrez


La novela Tengo miedo, torero’, del autor chileno Pedro Lemebel fue publicada en 2001, en Santiago de Chile. Lemebel nació en 1952, en Santiago. Fue un escritor, cronista, activista homosexual y artista plástico que realizó sus estudios en la Universidad de Chile, egresando con un título de profesor de artes plásticas. Algo elemental de su identidad fue utilizar el travestismo como denuncia política de las injusticias sociales, vivencias muy cercanas a él, especialmente en su niñez, debido a la crianza en una familia pobre. A pesar de todas las dificultades existentes, logró ser uno de los autores chilenos más controversiales y exitosos del último tiempo. Sus primeros acercamientos a la literatura fueron a inicios de los años 80 en talleres literarios, donde comenzó a escribir cuentos. 

En el intento de ejercer como profesor de artes en liceos, su expresión artística y de género fue rechazada reiteradamente, hasta que finalmente logra integrarse a un grupo de intelectuales, principalmente escritoras feministas de izquierda. En lo político, su ingreso al comunismo también fue rechazado, puesto que su homosexualidad tampoco fue recibida de manera positiva.

En 1986, participó en la reunión de los partidos de izquierda en la Estación Mapocho, donde leyó su manifiesto “Hablo por mi diferencia”. En éste, denuncia las dificultades que se le han presentado en la vida por ser homosexual, a través de un lenguaje sin filtro, provocativo y resentido. Es aquí donde la discriminación vivida por él resuena en cada de las obras que produce, en las cuales se observa como se apropia de un lenguaje autodenigratorio e irónico sobre si mismo, para luego empoderarse y atacar a aquellas personas que lo convirtieron en víctima.

En su primera y única novela ‘Tengo miedo, Torero', aborda los temas de marginalidad de disidencias sexuales en la política y sociedad chilena durante la dictadura a través de la protagonista, la Loca del Frente, quien sufre discriminaciones constantemente. La novela está situada en Santiago de Chile, en el año 1986, durante la dictadura de Pinochet. La Loca del Frente es un homosexual travesti que conoce a Carlos, un joven estudiante quien pertenece al Frente Patriótico Manuel Rodriguez y organiza un atentado en contra del dictador. 

Entre ellos se inicia una relación con mucha importancia para ambos, pero con distintos fines. La Loca se enamora de Carlos, mientras él usa su casa como escondite para sus planes revolucionarios. 

La relación entre Carlos y la Loca está directamente relacionada con la revolución y la marginalización, es decir, la resistencia contra la dictadura efectuada por Carlos mediante el atentado, y la discriminación y marginalización de la Loca del Frente. 

La relación entre ambos se inicia a partir del favor que Carlos le pide a ella. Cuando la Loca accede a recibir las cajas del joven en su casa, la Loca se involucra en el movimiento guerrillero sin intención de hacerlo, debido a que su vulnerabilidad la llevó a ser víctima una vez más del aprovechamiento de los demás. La relación está marcada por distintos momentos claves y se va construyendo sobre la situación del atentado y la resistencia contra la dictadura. Por ejemplo, cuando Carlos la invita a un picnic en el Cajón del Maipo supuestamente para pasar tiempo juntos, la Loca cree que hay un interés amoroso. Sin embargo, Carlos necesitaba estudiar el camino que tomaba Pinochet para aportar información para el atentado.

A medida que progresa la historia, la Loca se va enterando de los planes y decide ayudar a Carlos, mostrando que ella está dispuesta a participar de la revolución política, producto de su cariño hacia Carlos (que representa la resistencia) y como un acto de lucha contra su marginalización.

Luego del fallido atentado del Frente Patriótico Manuel Rodríguez contra el dictador, también se produce una ruptura en la relación entre Carlos y la Loca, debido a que el joven debe ocultarse para evitar sospechas sobre la participación en el ataque. Por otro lado, se puede ver la fragilidad de esta relación y la situación que enfrentan estos personajes dentro de la sociedad chilena en el contexto de la dictadura. Tanto Carlos como la Loca eran agentes contrarios al gobierno de facto y podían resultar reprimidos, por sus pensamientos político-ideológicos y su orientación sexual y expresión de género, respectivamente. Esto generaba que sus vidas fueran muy secretas y que estuvieran siempre muy expuestos al riesgo de ser descubiertos. Así, su relación se encontraba siempre al borde de romperse, alimentando su lucha de resistencia en contra de la marginalización. 

Como último argumento, el nombre elegido para referirse al protagonista (Loca del Frente), también podría aludir a esta relación (entre la Loca y Carlos) o a la dualidad entre la resistencia y marginalización del protagonista, pues la palabra Loca es utilizada con un fin específico: “Lemebel articula a “la Loca” como una parodia del homosexual erigido y finalmente aceptado por la masculinidad hegemónica, exacerbado. “La Loca” simboliza la posibilidad de asumirse y pensarse desde la diferencia en el marco de un sistema que impone y obliga a identificarse con modelos convencionales y, en definitiva, hegemónicos.”1 Y por otro lado, la Loca del “Frente” haciendo referencia al nombre del grupo revolucionario Frente Patriótico Manuel Rodríguez, mostrando que la protagonista es parte de este movimiento de manera simbólica. 

En conclusión, la Loca muestra su diferencia y expresa la marginalización en forma de resistencia o revolución hacia la sociedad heteronormativa, que estereotipa constantemente a los géneros binarios. Y es aquí donde se ve la principal representación de la resistencia y la marginalización. Aquella persona que es marginada, se reprime y no expresa su identidad que no es aceptada social y/o políticamente. Sin embargo, se puede revertir esta realidad, y de la misma manera que hace el protagonista, se puede empoderar de su diferencia y su consecuente discriminación y la usa como su arma revolucionaria que lucha contra la sociedad y los grupos de poder. 



 1 Tocornal Orostegui, C. (2007). Una mirada a «la loca» de Pedro Lemebel: de figura privilegiada a figura paradigmática . repositorio.uchile.cl. http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/109011/tocornal_c.pdf?sequence=3&isAllowed=y

Biblioteca Nacional Digital de Chile. (2018). Pedro Lemebel (1952–2015). memoriachilena. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-printer-3651.html 






1 comentario:

  1. Muy interesante tu comentario Antonia y cómo nos llevas a reflexionar, una vez más, sobre la marginalidad en que viven las minorías sexuales en nuestro país, un tema que hasta el día de hoy como sociedad no hemos logrado resolver.

    C. Mery

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