por Amalia Barros
“Lo que se adhiere a la memoria son esos pequeños fragmentos extraños que no tienen principio ni fin”
Tim O´Brien
La palabra “recordar” viene del latín recordis que significa volver a pasar por el corazón. Esto es justamente lo que hace el protagonista-narrador de Formas de volver a casa cuando decide plasmar por escrito parte de su infancia y adolescencia: la historia de los personajes secundarios de la gran historia del país, aquellos que mientras sucedía el tiempo al que alude la novela; la dictadura militar, aprendían a hablar, a caminar, a doblar las servilletas en forma de barco, de aviones (Zambra, 2011, página 56). La historia del narrador está teñida por la sombra de esa dictadura: el mundo se estaba cayendo a pedazos, por lo que los niños no eran tan importantes y pasaban a un lugar secundario. Escribir surge entonces como una necesidad de esclarecer este pasado difuso en donde la palabra es una linterna que ilumina los rincones olvidados de la memoria, es la que la que colorea las fotos. Sin embargo, la novela que escribe el protagonista es una ficción que se entremezcla con la realidad: “Por eso mentimos tanto, al final. Por eso un libro es siempre el reverso de otro libro inmenso y raro. Un libro ilegible y genuino que traducimos, que traicionamos por el hábito de una prosa pasable” (Zambra, 2011, página 151). En el fondo, lo que recordamos son ruidos, olores, fragmentos inconexos, pero para plasmar todo esto en una experiencia estética debemos alejarnos un poco de la exactitud y traicionar las manchas de la memoria; reconstruirla. “La memoria […]deshace y rehace los nudos de la historia para ensayar otro modo de comprensión” (Torre, 2015). Al protagonista le gusta esa historia inacabada, ese no terminar nunca la novela y estar siempre escribiendo, pues solo así puede formar un claro en un bosque lleno de recuerdos y fantasías. Necesita la palabra para poder habitar y permanecer en ese espacio de lucidez.
A la dificultad de intentar reconstruir lo sucedido se le suma las necesidades emocionales del protagonista, ya que escribir esta novela es una forma de sanar sus heridas, de reconciliarse con su historia, de reconciliarse con lo que pasó (y lo que no pasó), por lo tanto el ejercicio de reconstruir los acontecimientos es secundario al hecho de rehacer el camino emocional recorrido
En Formas de volver a casa la línea que existe entre la ficción y la realidad siempre es difusa “Me paso el tiempo pensando en Claudia como si existiera, como si hubiera existido” (Zambra, 2011, página 53). Después de poner en duda la existencia del personaje principal de su novela, el protagonista le dice a Eme, su exnovia: “Estoy escribiendo sobre ti, la protagonista tiene mucho de ti […]” (Zambra, 2011, página 63). Si realmente Claudia nunca existió, ¿por qué le cuesta tanto al protagonista escribir la novela? ¿por qué la siente tan cerca? ¿cuánto de Eme tiene Claudia? ¿Existe realmente la línea entre ficción y realidad? Según Zambra, “lo ficcional y lo verdadero se entremezclan, como en toda novela. […] Pero para decir lo que quería decir necesitaba entremezclar esos niveles diversos, esa especie de doble origen que lo inunda todo” (Zambra, 2011). La mezcla de esos dos niveles narrativos le permite crear a Zambra un entramado de verdad, a la cual no se puede acceder si no se hace desde la palabra poética que hace de puente y que no atrapa necesariamente un acontecimiento comprobable, solo lo rodea.
Zambra tensa el permanente complejo vínculo entre ficción y realidad de la escritura autobiográfica, dando pistas al lector de la condición de artilugio de la escritura misma, pero a la vez ratificando su valor como única posibilidad de contar honestamente la propia vida.
El protagonista necesita de la ficción para poder establecer un nexo entre la memoria colectiva (un país cayéndose a pedazos, en plena dictadura) y su propia memoria (una infancia tranquila y al margen de la contingencia). La ficción literaria es necesaria para darle sentido a su presente y a su vida.
Bibliografía
- Zambra, Alejandro (2011). Formas de volver a casa. Anagrama
- Torre, María Elena (2015). Recordar para entender (sobre Formas de volver a casa de Alejandro Zambra)
- Zambra, Alejandro (2011). Formas de volver a casa, de Alejandro Zambra/ Entrevistado por Gabriel Zanetti. Revista Lecturas.
- Martínez, Gema (2013). La metaficción en Formas de volver a casa: posibilidad e imposibilidad de narrar el recuerdo
Me gustó mucho tu comentario ama. "La palabra para poder habitar y permanecer en ese espacio de lucidez" Que bello. <3
ResponderEliminarsoy la viole, jaja aparezco como anónima
Eliminarayy graciass <3
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAmalia, excelente comentario, me encantaron las citas que seleccionaste, realmente mueven a la reflexión y al cuestionamiento sobre lo que hacemos con nuestros propios recuerdos, a cómo se mezclan ficción y realidad.
ResponderEliminarClaudia Mery