“Formas de volver
a casa” como novela sobre la reconstrucción del pasado y autorreflexión.
Lo que somos en el momento presente es un
resultado de experiencias y sentimientos de nuestro pasado. El protagonista del
libro “Formas de volver a casa” de Alejandro Zambra escribe un libro sobre su
pasado y de este modo lo reconstruye. A continuación, veremos cómo se
manifiesta esta reconstrucción del pasado, que características obtiene nuestra percepción
del pasado y las influencias de aquello en nuestro propio ser.
Por lo primero, es esencial analizar los
efectos de la técnica principal utilizada por el autor, la metaficción. Este
recurso en función de la reconstrucción del pasado sirve fundamentalmente para
plantear aquella reconstrucción, ya que el personaje escribe un libro como él
mismo afirma “sobre Maipú, sobre el
terremoto de 1985, sobre la infancia.” (pág. 40) El protagonista al principio
del libro explica que a él le gusta “O es
que me gusta estar en el libro. Es que prefiero escribir a haber escrito.
Prefiero permanecer, habitar ese tiempo, convivir con esos años, perseguir
largamente imágenes esquivas y repasarlas con cuidado. Verlas mal, pero verlas.
Quedarme ahí, mirando.” (pág. 55) A partir de estas citas se puede
interpretar la escritura del libro por parte del protagonista como una metáfora
donde este proceso simboliza el proceso de la reconstrucción de nuestro pasado.
Sin embargo, más allá de una manifestación
de que el libro que escribe el personaje cuenta su pasado “real” o “ficticio”
es importante entender que esta técnica narrativa problematiza la relación entre
la realidad a nivel de la reconstrucción del pasado. Podemos ver que el
protagonista afirma: “Siempre pensé que
no tenía verdaderos recuerdos de infancia. Que mi historia cabía en unas pocas
líneas. En una página, tal vez. Y en letra grande. Ya no pienso eso”. (pág.
83) Aquí se nota la reflexión del personaje sobre su papel respecto al recuerdo
y sus formas de reactualizar la experiencia. “Me quedé pensando en eso y me desvelé. Es verdad. Recordamos más bien
los ruidos de las imágenes. Y a veces, al escribir, limpiamos todo, como si de
ese modo avanzáramos hacia algún lado. Deberíamos simplemente describir esos
ruidos, esas manchas en la memoria. Esa selección arbitraria, nada más. Por eso
mentimos tanto, al final. Por eso un libro es siempre el reverso de otro libro
inmenso y raro.” (pág. 150) Podemos vincular esta cita con la analogía
entre el proceso de escribir un libro y de construir nuestra memoria. Nosotros
recordamos los “ruidos de las imagines”. Realmente no recordamos hechos y
nuestro pasado como tal, sino que percibimos recuerdos cortos y borrosos influidos
por el flujo de tiempo y nuestras emociones. Y por esto un libro escrito por
nosotros al igual que nuestra memoria siempre va a ser en parte una mentira y
un reverso de otro libro, de otra historia inmensa y rara.
Además, la incertidumbre que se genera en el
lector debido a la construcción del relato en contexto de la metaficción puede
ser tomada como una característica de la reconstrucción de nuestro pasado.
Debido al hecho, de que percibimos solo las imágenes borrosas del pasado en
nuestra memoria, señalado anteriormente, nunca logramos a rescatar los
recuerdos totalmente verdaderos al igual que los lectores del libro “Formas de
volver a casa” no pueden separar totalmente lo “real” y lo “ficticio” de la
obra. La metaficción va más allá de una simple creación y separación de lo “real”
y lo “ficticio”. A través, de esta técnica se logra la fusión de estas dos
realidades, al igual que en nuestra memoria el paso del tiempo y los mecanismos
cerebrales hacen que los recuerdos sean una mezcla entre hechos reales de
nuestro pasado, emociones y configuraciones que nuestro cerebro y la conciencia
aplican constantemente a la memoria.
Por lo último, a pesar de que no podemos
reconstruir el pasado con un alto grado de veracidad, este termina afectándonos
de una manera muy fuerte. En este contexto es importante ver el análisis que realiza
el protagonista respecto al rol de los padres en la formación de nuestro propio
ser y la construcción de nuestras vidas. “Hoy
inventé este chiste:
Cuando grande voy a ser un personaje secundario, le
dice un niño a su padre.
Por qué.
Por qué qué.
Por qué quieres ser un personaje secundario.
Porque la novela es tuya.” (pág. 55)
Al leer esta cita nos damos cuenta de que el
protagonista con este chiste pretende representar que los padres afectan en una
gran medida a lo que somos y a lo que vamos a ser. Al fin y al cabo, esta
influencia de los padres en la niñez es un recuerdo al igual que muchos otros
presentes en este libro como por ejemplo el odio a Pinochet por programas que
veía el padre del protagonista. Aun así, a pesar de que son recuerdos y como lo
hemos visto anteriormente son borrosos y en gran parte inciertos determinan lo
que somos: nuestras preferencias, decisiones y la forma en que nosotros vemos
el mundo.
Concluyendo todo lo dicho anteriormente, podemos ver que las reflexiones y la metaficción presentes en la novela “Formas de volver a casa” pueden ser interpretados desde el punto de vista de la reflexión sobre la reconstrucción del pasado y su influencia en nuestro pensamiento.
Gleb Mikhurinskii
Fuentes:
Alejandro Zambra: "Formas de volver a casa" PDF
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