por Violeta González Murúa
Hay expresiones artísticas cuyo tiempo de desarrollo no ha sido el correcto para darles el reconocimiento que merecen. A raíz de la lectura de Tengo miedo torero se descubre al gran artista Pedro Lemebel quién fue mucho más que un escritor. Su arte vanguardista y rupturista lo llevó a no poder experimentar el reconocimiento de manera simultánea a su proceso creativo.
Pedro Lemebel nace a la orilla del Zanjón de la Aguada en Santiago, descrito por él mismo como “(...) el desaguadero de los excesos de esta ciudad. Es un paralelo del Río Mapocho, pero más oculto; representa la evacuación de los proyectos sociales y políticos perdidos.”(Lemebel, 2014)1 Inscrito en esta marginalidad Pedro Lemebel era homosexual, o como él se reconocía “Loca de intemperie”. Es desde este lugar de marginalidad sexual y social, que Lemebel abre la posibilidad de analizar la realidad del arte chileno que ha debido enfrentar situaciones similares en su lucha por existir y ser reconocido. En este sentido, se vuelve interesante analizar dónde encuentra espacio el arte marginado en nuestro país.
Considero en primer lugar interesante abordar el espacio del arte marginado desde la perspectiva de la temporalidad. Pareciera que la disidencia no encuentra espacio en la escena del arte del presente chileno, o por lo menos no a nivel masivo. En general uno escucha en el día a día el comentario “estaba muy adelantado para su época” al hablar de artistas que crean arte desde la marginalidad, siendo valorados la mayoría de las veces en tiempo futuro, o incluso una vez muertos. Otro caso común es la valoración de artistas disidentes en otros países en primera instancia. Gabriela Mistral es un claro ejemplo de aquello. Ella tuvo que ser reconocida en primer lugar en Francia y tener un Nobel de Literatura, para que luego en Chile se le reconociera y se le otorgara el galardón del Premio Nacional de Literatura en 1951, 6 años antes de su muerte. Es un fenómeno triste chileno el no saber leer todas las aristas o versiones del presente artístico y eso se evidencia con el arte de Pedro Lemebel. El no ser validado en tiempo presente en el auge de tu trabajo artístico, simplemente por tu orientación sexual, género, estatus social o tus raíces indígenas es duro y requiere de un amor por el arte y perseverancia importante. Se vuelve resistencia. “No puedo evitar mezclar lo literario con lo social.”(Lemebel, 2015)2
“No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo” (Lemebel, 1997)3
Me gusta hablar de la valoración masiva, porque el arte marginal encuentra espacio físico en el momento de su desarrollo, pero lo hace, en la mayoría de los casos, exclusivamente en la disidencia y ese aspecto es importante de destacar. Para las personas que se desenvuelven en un contexto social marginal o disidente, aquel tipo de arte ocupa un espacio en su realidad y vive en su conciencia, pero pareciera no trascender más allá en relación al resto de la sociedad.
Sumado a lo anterior, un aspecto que se ve reflejado en la obra de Pedro Lemebel, es la empatía entre seres de lucha por la disidencia. Es posible afirmar, que si uno lucha por su propia diferencia, se hace sensible a la lucha del otro, porque sabe lo difícil que es ser marginado. Precisamente ese fenómeno entre minorías se ve representado en la protagonista de Tengo miedo torero, “la loca''. Se vuelve interesante como el artista incluye a todo un sector social, al no ponerle un nombre a la protagonista, sólo llamándola así. Aquello incrementa la representatividad. Lemebel es la loca, como también miles de personas pueden serlo.
“Tomo prestada una voz, pero también soy yo: un pobre, homosexual, tengo devenir de mujer y lo dejo transitar en mi escritura. Le doy el espacio que le niega la sociedad, sobretodo a los personajes mas estigmatizados de la homosexualidad, como los travestis.”(Lemebel, 1987) 4
Y de esa última frase, se desprende otro aspecto interesante del arte marginado. Las minorías encuentran precisamente en este tipo de arte validación también. Se da una correlación bastante interesante en ese sentido, la disidencia le da espacio al arte marginado, pero en este mismo, ellos también encuentran un espacio. Se trata de un enlace marcado por representatividad recíproca entre la audiencia disidente y el arte marginado.
Finalmente, me gustaría recalcar que la reflexión que se genera a partir de la obra de Lemebel, enriquece nuestra visión del presente y nos invita a valorar el arte que por razones coyunturales termina siendo marginado. Por la misma razón invito a todo el que esté leyendo este comentario, a valorar y buscar el arte marginado en tiempo presente, a darle un espacio en el contexto actual chileno. No como obra de caridad. Las minorías tienen que hablar por sí mismas y la invitación es a escucharlas. Ese arte podría ser proveniente de un inmigrante, que son tan despreciados socialmente, de personas con capacidades diferentes, de indígenas, de las diversidades sexuales, de gente que ha pasado por la cárcel, de cualquier minoría existente. Marginar la visión de algunos, de manera voluntaria o involuntaria, lo único que genera es sesgo. La reducción de una persona por su condición es el más triste fenómeno de la sociedad actual.
Para concluir, me gustaría invitarles a conocer el gran trabajo de dos artistas, que tratan en su obra el tema de la marginalidad, las minorías y la disidencia.
Paz Errázuriz, fotógrafa chilena. Recomiendo en especial la obra El trabajo del alma, junto a Diamela Eltit. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-93633.html
Bernardo Oyarzún, artista visual mapuche. Recomiendo toda su obra, pero en especial Bajo Sospecha parte 1: El Delincuente por el (d)efecto, 1998. https://www.artistasvisualeschilenos.cl/658/w3-article-39657.html
Bibliografía
Lemebel, P. (2014, Agosto 2). Conversaciones por chat [Revista Paula nr. 1153]. Catalina Mena.
Lemebel, P. (2015, Enero 26). Entrevista inédita con Pedro Lemebel (1952-2015) [Aristegui Noticias]. Héctor González.
Lemebel, P. (1997, septiembre). Manifiesto (hablo por mi diferencia) [Intervención en un acto político]. Santiago, Chile.
Lemebel, P. (1987, Septiembre 21). Es necesario liberar algunas perversiones [La Tercera]. Andrés Gómez.
[Todos los extractos de entrevistas fueron encontrados en el libro No tengo amigos, tengo amores (extractos de entrevistas, Pedro Lemebel) de la editorial Alquimia Ediciones -segunda edición-, publicado en 2019]
Violeta, qué interesante y honesta reflexión haces sobre el arte en nuestro país. Muy buenos los fragmentos incorporados de otros textos del autor, en los que da cuenta de su dura realidad. Muchas gracias por los links que compartes.
ResponderEliminarC. Mery