sábado, 6 de noviembre de 2021

La mirada de los niños: Análisis y reflexión personal

 Por Amelia Barceló


La novela “Formas de volver a casa” del autor chileno Alejandro Zambra habla de un niño nacido y criado en época de dictadura militar chilena, que mediante la escritura busca reflexionar y recordar su vida de infancia y de adulto. Para esto el autor separa la obra en dos niveles narrativos que se van alternando: I. Personajes secundarios, II. Literatura de los padres, III. Literatura de los hijos y IV. Estamos bien. En un nivel cuenta desde la mirada de niño y en el otro desde la perspectiva de un escritor que está escribiendo un libro sobre su niñez. Ambos comparten características con Alejandro Zambra. 


Luego de leer la tesina “Llenar el vacío; La memoria y el uso de autoficción en la novela Formas de Volver a casa de Alejandro Zambra”, que plantea que la novela tiene rasgos de autoficción y metaficción que se ven reflejados en el uso de estos dos niveles narrativos, me llamó la atención como nuestra memoria se puede ver alterada con el paso del tiempo, convirtiéndose así en un tipo de ficción creada por nosotros mismos. 


Todos hemos vivido esa sensación de volver a un lugar que vimos cuando pequeños y se nos hace mucho más pequeño de lo que nosotros creíamos, o como antes sentíamos las cosas con mucha mayor potencia, como cuando columpiabamos en la plaza o saltábamos en una cama saltarina, cosas tan simples para nosotros ahora, eran momentos de adrenalina en el pasado. O también a veces ocurría todo lo contrario, como la muerte de un familiar, siendo pequeños nuestros papás  hacían  todo lo posible para que no sintiéramos ese tipo de dolor, por lo que a veces endulzaban un poco la realidad o a veces incluso la ocultaban. Esta fue la realidad de muchos niños en el periodo de dictadura chilena.


En general, las dictaduras se destacan por la violencia, el miedo, la censura y la represión, Chile no fue una excepción a la regla, por el contrario, en el periodo de dictadura se destaco por la persecución politica a los opositores, seguido por la tortura en distintos puntos de Santiago y Chile. Ante esto, la realidad chilena sé dividió en dos, quiénes fueron testigos de la brutalidad de la dictadura y los protegidos por su entorno o por la sociedad que vivieron vidas relativamente normales en comparación con el resto.



En la obra nos muestran la vida de este niño, que si bien sabía parte de lo que ocurría en el país, no era consciente de la gravedad del asunto, por lo que él vivía una vida normal junto a su familia y amigos. Años más tarde se daría cuenta de lo vivido por sus pares, ante esto el autor busca comprender su historia y así “definir su identidad”. A medida que el avanza la novela podemos ver cómo el autor no tiene certeza de lo que fue real o lo que es parte de su imaginación para rellenar momentos de su vida, sin embargo, yo tengo otra teoría, creo que muchas cosas que ponemos en duda sobre nuestra niñez, pueden ser parte de la mirada que uno tuvo como niño, que puede ser diferente a la realidad adulta, sin embargo, es parte de la realidad de los niños, que no lo hace menos real, sino diferente. 

Luego de hacer este análisis al leer el libro y la tesina sentí automáticamente la necesidad de recordar mi pasado, cosa que hoy en día uno no tiene la costumbre de hacer, todo por esta rutina agitada que mantenemos. Y tal como esperaba, sentí esa inseguridad sobre lo que estaba recordando, por lo que decidí recordar junto a mis papás. De lo que más hablamos fue, de viajes que habíamos hecho como familia, y en general todo calzaba, no obstante, hubo momentos en los que nuestros recuerdos no calzaban por completo, cómo cuando mis papás recordaban lo inseguros que se sentían llevando niños pequeños, mientras que yo recordaba sentirme libre corriendo por las calles de Perú. Diferíamos en cosas tan simples, pero creaban historias completamente opuestas. 

Al igual que en la obra, tengo dudas de lo que he vivido realmente, sin embargo tengo la certeza de que lo que recuerdo no es falso, sino mi realidad. Ahora siento la necesidad de recordar, porque tengo claro que mi perspectiva puede cambiar en el futuro y quiero tener la certeza de lo que he vivido, quiero saber quien soy y de dónde vengo, aunque parezcan cosas simples, a veces son las más complicadas de cumplir. 


viernes, 5 de noviembre de 2021

Soltar: Formas de volver a casa, una reflexión

 por Violeta González


Soltar; dejar ir, liberar.

A veces es difícil, pero necesario soltar.


En esta ocasión me gustaría compartir una reflexión personal acerca de Formas de volver a casa, del gran escritor chileno Alejandro Zambra, en relación con el concepto de soltar. La mencionada novela retrata desde la perspectiva del protagonista, cómo los niños que vivieron en Chile desde 1973 hasta fines de la década del 80, pintaban y aprendían, mientras que sus padres se convertían en cómplices o víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet; y cómo eso los marcó de por vida. En ese sentido, se muestra el crecimiento del protagonista hasta la adultez y como todo ese proceso está marcado por los eventos políticos y sociales de su contexto. Mediante la mencionada historia, el autor trata el tema de la memoria, en su ámbito personal y colectivo.


A través de elementos presentes en Formas de volver a casa aprendí sobre soltar. 


Lo personal:

Gracias a la novela reafirmé la idea de que hay un proceso por el cual hay que pasar, para soltar y seguir adelante. Con soltar no me refiero a olvidar, sino que a lograr avanzar y liberar emociones contenidas respecto a situaciones de la vida propia. Proceso que consta de un largo viaje de aceptación. En Formas de volver a casa, el protagonista hace un retorno constante a sus barrios, a Maipú, a su infancia y a su amiga Claudia. Ejercicio que él mismo se cuestiona, pero aún así lo realiza una y otra vez. “En los días siguientes volví de forma casi obsesiva. Premeditada o inconscientemente dirigía mis pasos hacia la casa y sentado en el pasto miraba la fachada mientras caía la noche” (Zambra. p.88 2011) Aquel regreso, se transforma en una señal de estancamiento, pero que también es parte del procedimiento de aceptar las adversidades de las situaciones propias. Es simplemente que el protagonista necesitaba vivir un proceso para asimilar todo lo que significó su infancia, lo marcado que está él y su generación por la dictadura militar, y por último un proceso mediante el cual logra cerrar capítulos que se quedaron abiertos; como por ejemplo, el reencuentro con Claudia. 

Es posible preguntarse, qué es lo que tiene que ocurrir para avanzar, y en ese sentido creo que la novela nos entrega la clave. A pesar de lo chliché de la frase “cerrar ciclos”, creo que el cerrar mentalmente un proceso o etapa mediante símbolos es de suma importancia. En la novela se nos presenta la historia del protagonista, marcada por un ciclo, que comienza con el terremoto del 85 y termina con el terremoto del 2010. Aquel simbolismo le permite al protagonista decir, "es momento de cambiar la página". El mencionado suceso, en el caso de la vida de otra persona, pudo haber sido completamente distinto y tener la misma significancia. Lo importante para el humano, creo yo, es poder canalizar la energía del cambio en algo concreto, como para mucha gente lo es por ejemplo, un cambio de look.

(Mis apuntes durante la lectura de Formas de volver a casa)


Entonces al mirar en retrospectiva mis apuntes de cuando llevaba ¾ del libro aproximadamente, podría responderme yo misma. El terremoto en la novela representa el cierre de una larga etapa de 25 años, significa un renacer. En mi opinión, las personas podemos vivir mil vidas en solo una, y lo único que condiciona eso, es el avanzar hacia nuevos horizontes, completar la etapa anterior y simplemente seguir, sea lo que sea que aquello signifique. 


Colectivo:

En el sentido colectivo creo que la novela nos deja una amplia enseñanza, el duelo es necesario para avanzar. Y al aplicar esa premisa, a la dictadura de Augusto Pinochet en Chile y las respectivas violaciones a los derechos humanos, creo que como sociedad y comunidad, nos falta mucho por avanzar. La lectura de Formas de volver a casa, nos muestra lo difícil que es haber vivido en un contexto de represión, y lo difícil y lento de su superación, únicamente por lo denso del ambiente, por el miedo que se vivía y por la polarización. Entonces uno se pregunta, ¿Qué será de las familias que realmente vivieron la tortura y que tienen hijos, hermanos o tíos desaparecidos hasta el día de hoy? El vivir un duelo por las atrocidades ocurridas en la dictadura, debería ser un derecho fundamental para todos los chilenos. Para soltar, para liberar toda esas emociones que aquellas personas tienen contenidas, primero, hay que cerrar el proceso y vivir un duelo digno. No se puede avanzar sin tener algún pequeño simbolismo de por medio, que signifique el adiós. Eso es lo que en nuestro país lamentablemente aún hace falta, las heridas siguen abiertas y las autoridades no se han preocupado por cerrarlas. 


Para cerrar, Zambra en esta ocasión nos enseña nuevamente el valor de la memoria personal y colectiva, pero además nos recuerda que está bien avanzar. Que el poder del ahora a veces nos consume y no nos deja mirar a futuro, pero que es importante eventualmente soltar aquellas tensiones y seguir. Está bien volver una y mil veces como parte del proceso, es natural y es ahí cuando el avanzar se vuelve tan especial. Por último me gustaría reiterar, que el Estado chileno debería hacerse cargo y propiciar un duelo digno para las víctimas de violaciones a los derechos humanos en Chile.


De rey a peón, Mario Benedetti: Pedro y el Capitán

Por Wolfgang Stüdemann Fuentes, 21/09/2021


La obra dramática, Pedro y el Capitán de Mario Benedetti, fue publicada por primera vez en 1979 en México. Este escrito en primer lugar se iba a tratar de una novela escrita, sin embargo después de entrevistas y reflexiones, el autor concluye en hacer una obra de cuatro actos.


Como es propio de Benedetti, la obra trata completamente sobre personajes viviendo en la dictadura neoliberal uruguaya y además es posible ver que las relaciones de poder son un tema muy importante en la obra. 


El escenario de la obra es una celda de interrogatorio de un cuartel en plena dictadura uruguaya y esta trata sobre la interrogación y tortura de Pedro. En esta obra solo hay dos personajes, el Capitán (torturador) y Pedro (torturado).


Lo interesante del drama de Benedetti es que el rol del torturador y torturado se invierten a medida que se desarrolla la trama. Esta relación de torturador y torturado comienza en el primer acto con un Pedro recién torturado, completamente controlado por el Capitán, miedoso y sin voz. Conforme avanza el drama es posible ver cómo Pedro paulatinamente va tomando más espacio en la escena. En el acto 1 Pedro simplemente aparece en escena, no habla, si hace gestos, pero ni siquiera se le ve la cara porque está encapuchado. Ya en el acto 2, el personaje dice sus primeras palabras y comienza a interaccionar con su torturador, además de la mitad al final del acto ocurre la revelación de Pedro hacia el Capitán, en donde este insinúa que el Capitán se vendió y critica su nobleza y dignidad. El acto 2 representa en la obra el inicio del cambio de roles, donde el torturador pasa a ser Pedro y el Capitán el torturado. En la obra esto se puede ver, cuando las amenazas del Capitán ya no tienen impacto en Pedro, cuando el personaje empieza a interrogar al Capitán sobre su vida privada y principalmente cuando el Pedro reconoce la verdadera identidad del Capitán y descubre que en realidad era Coronel y llega finalmente a su vida privada. 


A mi interpretación el motivo por el cual se produce el cambio de roles es el hecho de tener un arraigo. En la obra Pedro dice estar muerto, pero ¿Qué es estar muerto? Estar muerto es haber dejado el plano en el que vivimos, lo que conlleva a dejar los arraigos y ataduras. A diferencia de lo que pasa con el Capitán, personaje que “sigue vivo”, él continúa teniendo ataduras como lo que podría pensar su familia de su trabajo o arraigos sobre su vida privada. En el fondo el hecho de estar muerto significa una ventaja para el torturado, ya que al no tener nada que perder la tortura y amenazas no afectan. Por otro lado, para el torturador esto representa una completa desventaja, ya que, se pueden invertir los roles como sucede en la obra. 


Esta situación que nos presenta a una especie de sublevación contra un superior, donde el sublevado no tiene nada que perder y el superior lo tiene todo que perder, a mi interpretación, representa la rebeldía existente de los que no tienen nada y lo perdieron todo contra los que lo tienen todo.


Este proceso se ha visualizado a lo largo de la historia pero sobre todo en el último tiempo en Chile por ejemplo. Los sectores sociales que han sido reprimidos y sobre todo pasado a llevar por los sectores más adinerados en este último tiempo han decidido rebelarse contra sus “superiores”. Estos al no tener el dinero suficiente en un sistema en donde todo es lucrativo, han perdido todo y se quedaron sin nada, educación, propiedad, etc. Por el contrario, los últimos mencionados al tener grandes patrimonios monetarios han podido lucrar y conseguir practicamente todo (educación, propiedades, lujos, etc), sin embargo se encuentran en una posición desventajosa ya que tienen mucho que perder. Esto significó en el estallido social de Chile el 2019 que los sublevados ganaron demasiado poder, llegando incluso a cambiar y redactar una nueva constitución. En el fondo se podría decir que los que eran peones antes, ahora son reyes y los reyes de antaño fueron tratados como peones y ahora terminaron igual que unos.


En mi opinión, la obra de Benedetti no representa una situación que no haya sido representada anteriormente, tampoco se muestra un tema nuevo y el formato de obra es el tradicional. Sin embargo, lo que a mi parecer es lo novedoso de la obra, es la forma en que esta se llevó a cabo. El hecho de mostrarnos la psicología de un torturador y la forma en que un torturado puede convertirse en un torturador es algo que nunca había leído antes y la forma en que se lleva a cabo es impresionante. Por otro lado, el hecho de presentarnos una situación que representa la rebeldía y como el rebelde es capaz de todo ya que no tiene nada que perder me es muy interesante.



Bibliografía 

Benedetti, M. (1979). Pedro y el Capitán. Buenos Aires: Ediciones La Cueva

La versatilidad del relato gracias a una historia compartida

Por Amelia Barceló


Publicada en México en el año 1979 y escrita por el destacado autor uruguayo Mario Benedetti, la obra Pedro y el Capitán, nos muestra la cruda realidad de lo que fue la tortura durante la dictadura uruguaya. 

Benedetti define la pieza como una indagación dramática en la psicología de un torturador y responde la pregunta de cómo un ser normal puede convertirse en uno. Si bien, la tortura es el tema central de la obra, no figura como hecho físico dentro de la escena, ya que así el espectador mantiene una mayor objetividad, esencial para juzgar cualquier proceso de degradación humano. Al final, la obra no es el enfrentamiento entre un monstruo y un santo o entre el bueno y el malo, sino de dos hombres de carne y hueso, ambos con zonas de vulnerabilidad y de resistencia, lo que los llevará más adelante a encontrar puntos de encuentro.


Con este drama teatral podemos observar cómo puede un hombre, derrotar al poder aparentemente omnímodo, un hombre que usa su silencio como escudo y su negativa como su mejor arma. (Benedetti, 1979, p. 7-8)


El escenario de la obra es siempre el mismo, la sala de interrogatorios. “Una silla, una mesa, un sillón de hamaca o de balance. Sobre la mesa hay un teléfono. En una de las paredes, un lavabo, con jabón, vaso, toalla, etcétera. Ventana alta, con rejas. No debe dar, sin embargo, la impresión de una celda, sino de una sala de interrogatorios.” (Benedetti, 1979, 15) Este es y será el campo de batalla a lo largo de la obra, y reitero, no física, sino dialéctica que combinará la culpa, la censura, el deber, la vergüenza y la lealtad. 


Pareciendo tan simple y común la situación, llama la atención una cosa, la posibilidad de tratarse de la misma realidad en otros países. ¿A qué vamos con eso? Entre los años 70 y 80, gran parte de los países latinoamericanos se encontraban bajo dictaduras represivas, en las cuales se vieron violados de manera sistemática los derechos humanos de los ciudadanos. Ejemplos de dictaduras tenemos a Argentina con Jorge Rafael Videla, quién estuvo en el poder desde 1976 a 1981, la cifra de muertos y desaparecidos durante este periodo sigue en discusión, sin embargo, se aproxima qué hay alrededor de 30.000 muertos y desaparecidos, sin contar las nuevas declaraciones. Otro ejemplo es la dictadura chilena con Augusto Pinochet, la cual dió inicio en el año 1973 y terminó el año 1989, durante este periodo hubo más de 3.000 muertos y desaparecidos, además de los aproximadamente 37.000 torturados. Por otro lado, tenemos al dictador cubano, Fidel Castro, quien retuvo el poder por casi 5 décadas, convirtiéndose así en el dictador por más años en el poder de Latinoamérica, a él se le atribuyen al menos 7.173 muertes y desapariciones, 20.000 presos políticos y 2.5 millones de exiliados. En los tres ejemplos entregados podemos encontrar la similitud de la represión, dejando de lado la ideología política de cada uno de ellos, siguieron la misma idea de la política violenta y que buscaba impartir terror entre los ciudadanos para evitar levantamientos de resistencia. Lo mismo sucede en Pedro y el Capitán, teniendo como meta tomar detenidos a todos los posibles rebeldes de la dictadura, obligando a la gente a confesar y traicionar a sus queridos y cercanos, todo por la promesa de seguir viviendo.


Sin embargo, somos testigos de cómo Pedro logra romper este círculo vicioso en el que se encuentra, logra con su silencio y negativa vencer al poder, que en este caso es el Capitán, e incluso destruirlo. Pedro toma el camino de morir estando muerto, corta las ataduras que lo amarran a la vida, y logra “vivir” lo que tanto había soñado, durante el tiempo que le queda.


Si bien el final de la obra es abierto, es posible hacerse una idea de lo que ocurre con Pedro, tomando en cuenta que a medida que avanzaba la obra se encontraba más y más débil. No obstante, queda la duda de lo que ocurrirá con el Capitán, ¿Logrará salir de ese círculo sin salida en el que se encuentra, luego de todo lo sufrido con Pedro?¿Será capaz de mantener esa fachada de hombre firme e inquebrantable?


La obra termina siendo un símbolo de resistencia al poder, de esperanza de que el poder no es inquebrantable, además logra ponerse en la perspectiva del torturador, se abre a la posibilidad del torturador como un ser normal, permitiéndole al lector comprender ese punto de vista poco común y reafirmando que el poder no es invencible. Tal cómo dijo el cantautor argentino Charly García sobre la dictadura argentina “… Los dinosaurios van a desaparecer”







References

Benedetti, M. (1979). Pedro y el Capitán. Ediciones La Cueva. https://nerudavive.cl/descargas/mario_benedetti/pedro_y_el_capitan.pdf

La Vanguardia. (2020, Marzo 4). Dictaduras en América Latina. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20200226/473796480155/dictaduras-america-latina.html

Sieteiglesias, E. (2016, Noviembre 26). El régimen castrista deja 7.365 asesinados, 20.000 presos políticos y 2.500.000 exiliados. La razón. https://www.larazon.es/internacional/human-rights-watch-denuncia-que-la-cuba-de-castro-estuvo-marcada-por-la-represion-AE14014411/

Werlau, M. (2016, Diciembre 4). Castro superó a Pinochet. El País. https://elpais.com/internacional/2016/12/04/america/1480807461_024845.html




  Desconocerse para conocerse mediante la escritura Y a veces, al escribir, limpiamos todo, como si de ese modo avanzáramos hacia algún lado...